Las fiestas.

En Portilla de Luna es costumbre celebrar las fiestas el segundo fin de semana de agosto, que duran viernes, sábado y domingo. El programa del verano pasado fue el siguiente

Viernes: El viernes suele ser un día tranquilo en el que con la discoteca móvil cada uno puede elegir las canciones que guste y poder disfrutarlas.

Sábado: Por la mañana se comienza con una pequeña misa en honor a  Nuestra Señora del Rosario para los más madrugadores.

Al finalizar la misa todo el mundo se dirige al baile Vermouth a disfrutar de un aperitivo antes de la comida y mover un poco el esqueleto.Por la tarde, para los más pequeños, y algunos no tan pequeños, se hacen los juegos infantiles para que se entretenga la gente y pase un rato divertido, algunos niños se disfrazan y juegan a llevar el huevo en la cuchara, darse de comer chocolate unos a otros, piñata, etc

Y para los mas mayores se disputa un pequeño partido en el que pueden participar gente de todas las edades, eso si, una vez entrada la tarde debido al sol.

Y después de haber abierto el apetito haciendo ejercicio se prepara una buena sardinada para recuperar fuerzas y aquellos que no quieran cocinar en casa, con un pescadito fresco. Y a continuación, después de llenar nuestros estómagos comienza la fiesta, este año amenizada por música leonesa.

Domingo: Y así hasta que salga el sol. No mucha gente resiste toda la noche, y para coger fuerzas preparamos unos filetes de lomo a las brasas, bien ricos y al buen estilo de pueblo.

Y después de haber cogido fuerzas comienzan los pasacalles. Nos cogemos cualquier utensilio que haga ruido, cualquier cosa vale, desde una gaita hasta un palo y una botella. El fin es despertar a la gente que se ha ido pronto para la cama y que de de desayunar a la gente que ha estado toda la noche despierto. Muchas casas nos abren y nos dan pastas, chocolate, dulces varios y orujo, para que la fiesta no cese.

El resto del día se toma de relax para poder recargar las pilas y volver a dar guerra por la noche, despedirnos de la fiesta y esperar con alegría las del año siguiente.